domingo, 27 de octubre de 2013

Leyendas Urbanas de Panamá

A medida que uno crece escucha muchas historias que son leyendas, que han sido parte de la cultura popular por muchos años de nuestro país. Algunas son más conocidas que otras.
Por ejemplo tenemos algunas leyendas como de la tulivieja o tepesa, la pavita de tierra, la mujer empollerada.

La Tulivieja

Se le conoce con varios nombres: la Tulivieja, muy popular en las provincias centrales y la Tepesa, oriunda de las comarcas indígenas.
Según la tradición. está mujer era muy hermosa y tenía fama de ser parrandera no se perdía ninguna fiesta que en su pueblo se celebrará. Al dar a luz a su primer hijo, su esposo le prohibió que siguierá yendo a las fiestas y se quedará en casa cuidando del niño. Pero en una ocasión aprovecho que su esposo fue de viaje, ella decidió ir al baile con su hijo en brazos. 
Para evitar que su hijo le estorbará lo dejo debajo de un árbol cerca del río donde después del baile lo iría a buscar, sin embargo esa misma noche cayó una fuerte tormenta que azotó al pueblo y arrastró a su hijo por el río. Cuando ella regresó a buscarlo, ya no lo encontró y comenzó a llorar, arrepentida por el grave error que había cometido. Dios la castigó por su irresponsabilidad y la transformó en un ser horripilante con agujeros en su cara y cabellos largos hasta los pies. Sus pies se viraron y se transformaron en patas. Condenada a buscar a su hijo por toda la eternidad, va gritando por los ríos buscando a un niño que jamás encontrará. Se dice que aveces recobra su antigua forma, en las noches de luna llena, se baña en los ríos, e radiante como un sol, pero el más ligero ruido se convierte nuevamente en el monstruo que es, para continuar su búsqueda.


La Pavita de Tierra

Se trata de una joven que a pesar de su corta edad le gustaba fumar, sus padres estaban preocupados por su adicción. Su padre sin saber que hacer amenazo a su hija de que la golpearía si la veía nuevamente fumando, Pavita así le llamaban se asusto y dejo de fumar por un tiempo. Pero era tanta su ansia de tabaco que Paula, que en verdad era su nombre, empezó a recoger en el día todas las pavitas (lo que queda después de fumar los tabacos, como colillas) y las ocultaba debajo de una piedra cerca del fogón y en las noches se las fumaba sin que su padre se dierá cuenta. Paso algún tiempo hasta que su padre la sorprendió y fue tanta su indignación y coraje que sin pensarlo la agarró a garrotazos y la mató. Desde ese instante el espíritu de Paula comenzó a vagar por todos los montes, por todos los campos asustando a los animales y a la gente en la noche recuerda sus pavitas, entona un canto, una especie de zumbido molesto y persistente. Entonces no es posible levantar ninguna piedra que se encuentra cerca del fogón. Paula cree que le van a cogerle sus pavitas y mata al imprudente.


La Mujer Empollerda

Se cuenta que está mujer muy hermosa se aparece en las noches en los caminos, a los hombres imprudentes que vienen tarde de los bailes y fiestas del pueblo.
Cuando los campesinos borrachos se la topan, está pide que la lleven en su caballo y el ingenuo la monta en el anca, pensando que es su noche de suerte, pero es la suerte del borracho que la bella mujer se transforme en un horrible esqueleto empollerado que le hace pasar el susto de su vida. Quizás no vuelva a salir tarde de un baile o quizás no vuelva a ir uno.

Estos son algunos pero aún hay más leyendas que no todos conocemos.

2 comentarios:

  1. Interesante leyenda. A la mujer empollerada se le conoce con varios nombres en México y Centroamérica, como la Siguanaba o la Cegua.

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